Cómo convertir los pensamientos negativos en acciones positivas
Si estás atascado por pensamientos negativos, a menudo te encontrarás en un pantano mental que te impide avanzar. Si te has sentido más deprimido últimamente, puede ser hora de convertir esos pensamientos negativos en acciones positivas.
Exploremos por qué surgen los pensamientos negativos y qué puedes hacer al respecto.
El equilibrio entre positivo y negativo
A menudo pensamos en los pensamientos negativos como algo que debemos aplastar y borrar, pero en verdad, eso no es muy saludable. La vida en sí misma es un equilibrio entre influencias positivas y negativas. Muy rara vez nos encontramos en situaciones en las que literalmente nada sale mal, ni nos encontramos en posiciones con cero esperanza.

Debido a que la vida siempre es una mezcla de fuerzas positivas y negativas, es esencial tener una mentalidad que considere ambas. Si alguien solo ve lo positivo, tiene una mentalidad de «cabeza en la arena» que ignora todos los problemas y problemas en su vida. Si alguien solo ve lo negativo, como veremos aquí, obliga a las personas a ignorar el hecho de que existe la posibilidad de que ocurra algo bueno.
Veamos tres pensamientos negativos que tienen las personas y veamos cómo podemos extraer una acción positiva de ellos:
- “Esperaba hacer más trabajo, pero sigo sin alcanzar mi objetivo”.
- “Últimamente no he cumplido mucho con los plazos; Soy muy torpe.
- “He enviado tantas solicitudes de empleo y aún no he recibido una sola entrevista”.
Aprender a no ignorar los pensamientos negativos
Cuando aparece un pensamiento negativo, nunca debe tratar de apagarlo o ignorarlo. Tu mente está señalando que algo anda mal y necesitas encontrar un equilibrio positivo-negativo dentro de ese problema. Ignorarlo o combatirlo solo empeorará las cosas.
Imagine, por ejemplo, a alguien con una gran deuda financiera. Cuando reciben una factura que les dice cuánto deben pagar, inmediatamente trituran la carta y no hacen nada al respecto. ¿Crees que esta es una buena manera de sacar a esta persona de la deuda?
En otro orden de ideas, imagina si esa persona miró la factura, reconoció que había un problema y comenzó a tomar medidas para pagarla. Este es un buen ejemplo de aceptar un pensamiento negativo y encontrar una solución positiva para él.
Usar los pensamientos negativos como señales
Al igual que esa persona endeudada, no puede darse el lujo de ignorar o combatir los pensamientos negativos. Hacerlo es ignorar un problema muy real, que puede volver a morderte.

En cambio, al igual que la persona endeudada, debe utilizar los pensamientos negativos como señales de que es necesario hacer algo. Al crear un plan de acción, estás convirtiendo esa emoción negativa en una fuerza positiva en tu vida.
Para los tres pensamientos negativos que discutimos anteriormente, puede usarlos todos para encontrar un deseo interno en el que pueda basar una acción positiva.
“Esperaba hacer más trabajo, pero no logré mi objetivo” demuestra que desea crear una vida laboral estable.
“Últimamente no he cumplido mucho con los plazos; Soy muy torpe” muestra que olvidas las cosas con facilidad y necesitas una solución para recordar los plazos.
“He enviado tantas solicitudes de empleo y aún no he recibido una sola entrevista” es algo extraño. En este caso, no puede crear una solución que solucione directamente este problema; no puedes obligar a una empresa a que te entreviste. En este caso, debe considerar lo que puede controlar y basar un objetivo en eso.
Entonces, si se siente deprimido porque aún no ha recibido una entrevista, es una señal de que necesita intensificar sus solicitudes de empleo y hacer un mejor plan para conseguir un trabajo. Si bien no puede asegurarse al 100 por ciento de que obtendrá una entrevista, puede hacer todo lo posible para que una suceda.
Usar los pensamientos negativos para impulsar acciones positivas
Ahora que ha encontrado la solución para los pensamientos negativos, es hora de convertirla en una acción positiva.

Lo primero que debe recordar es que su primer plan de acción no será perfecto. Es muy probable que surjan problemas y que su plan se desmorone un poco. Cuando esto sucede, es crucial no volver a caer en el pensamiento negativo original. En su lugar, toma lo que falló y cámbialo para hacer un nuevo plan.
Con esto en mente, es hora de crear el plan. No será perfecto y puede (o incluso debería) evolucionar con el tiempo. Sin embargo, es un buen comienzo y mejor que nada.
“Esperaba hacer más trabajo, pero sigo sin alcanzar mi objetivo” nos mostró la necesidad de una vida laboral estable, entonces, ¿por qué no usar un horario semanal para estar al tanto de las cosas? Haga un plan para hacer una cantidad determinada de trabajo cada semana y manténgalo. Una vez que haya hecho un horario, puede cambiar el pensamiento negativo a lo siguiente:
“Sigo cayendo por debajo de mi objetivo, pero ahora tengo un horario para mantenerme encaminado.“
“Últimamente no he cumplido mucho con los plazos; Soy muy torpe” mostró la necesidad de recordatorios. Entonces, ¿por qué no usar una aplicación de recordatorio y calendario en su teléfono para insistir constantemente sobre los plazos próximos? Una vez que haya configurado un plan de recordatorio sólido, puede cambiar el pensamiento:
“Me he estado perdiendo plazos, pero ahora estoy usando recordatorios para incitarme a trabajar”.
“He enviado tantas solicitudes de empleo y todavía no he recibido una sola entrevista” era la extraña porque no podíamos obligar a los empleadores a darnos una entrevista. Sin embargo, puede influir en la posibilidad de que lo entrevisten creando un objetivo de envío de solicitud de empleo, así como también aprendiendo cómo mejorar su currículum o contratando a alguien para que lo haga. Una vez hecho esto, puedes pensar:
“Todavía no he recibido una sola entrevista, así que enviaré más solicitudes y modificaré mi proceso para favorecer mejor las probabilidades de obtener una”.
Tenga en cuenta que las oraciones anteriores siguen siendo un equilibrio de sentimientos negativos y positivos, con el positivo en negrita. No nos estamos cegando ante el problema y causando más daño, ni estamos viviendo en un escenario sin esperanza. Hay un aspecto negativo del problema, pero hay una acción positiva para equilibrarlo.
Forjar acciones positivas a partir de pensamientos negativos
Los pensamientos negativos son angustiosos y pueden hacer que te refugies o te defiendas. Esto es particularmente así si eres un perfeccionista. Por lo tanto, la mejor manera de abordarlo es hacer un plan de acción que puedas mencionar al final del pensamiento negativo para recordarte que estás haciendo todo lo posible para mejorar.