¿Cuánto debo cobrar por mi producto o servicio?

Determinar el mejor precio para su producto puede parecer una cuestión de instinto, pero se requiere mucha más reflexión para asegurarse de que sus precios sean justos y competitivos.

Ya sea que sea autónomo o propietario de una pequeña empresa, averiguar cuánto cobrar por sus productos o servicios puede ser complicado. Hay muchas matemáticas involucradas, además de conocer a sus clientes y anticipar su respuesta emocional a su precio. A continuación, se incluyen algunos recursos sencillos que le ayudarán a responder la pregunta: «¿Cuánto debería cobrar?»

Precios del producto: una descripción general rápida

Cuánto cobra por un producto depende de una serie de factores, que incluyen cuánto cuesta fabricar el producto, los gastos relacionados con la comercialización del producto y la voluntad de pago de su cliente. Hay tres modelos que son útiles para determinar cuánto cobrar por sus productos.

1. Precio de costo más beneficio: Precio = [Costo + Gastos] + Beneficio.

A veces conocido como el precio del marcado, este modelo genera ganancias en su estrategia de precios de productos. El precio de costo más es simplemente eso: un precio que cubre sus costos (por ejemplo, la cantidad de dinero que se necesita para tener el producto a la venta) más un margen de ganancia. El uso de precios de costo más le permite planificar el éxito financiero; Sin embargo, hay un inconveniente. Si ha sobrestimado sus ventas durante un mes y se venden menos artículos, puede no poder cubrir los costos para producir su producto.

2. Precio de demanda: Beneficio = Precio – [Costo + Gastos].

Los precios basados ​​en la demanda toma en cuenta la demanda de un producto en particular, ajustando los precios para que se ajusten a cómo el cliente percibe el valor. Un ejemplo común de precios por demanda es la industria de las aerolíneas. El precio de un boleto cambiará según la temporada de vacaciones o durante las vacaciones de primavera, por ejemplo. Este tipo de precio también funciona bien con los servicios: por ejemplo, si un estilista en particular se reserva con meses de anticipación, el salón puede aumentar el precio por servicio.

El precio por demanda puede ser muy sensible, pero si nota que no puede satisfacer la demanda de su producto, es posible que le cobren menos. Intente aumentar los precios de forma incremental y observe cómo se ven afectadas las cifras de ventas y las ganancias.

3. Precios competitivos.

Un precio competitivo es la opción menos complicada, ya que implica ver lo que otros minoristas similares cobran por sus productos. Sin embargo, tenga en cuenta que si su producto es de mayor calidad, el precio debe reflejar eso, y viceversa para un producto de menor calidad. Asegúrese de que, además de mirar los precios de mercado, fije los precios para cubrir sus costos y gastos. Muchos fabricantes de productos ofrecen con regularidad precios minoristas sugeridos por el fabricante para guiar a los comerciantes en una estrategia de precios. Este es otro gran recurso que puede utilizar para calcular su modelo de precios único.

El beneficio de la facturación de tarifa plana para los clientes es que saben de antemano el monto que tienen que pagar por el proyecto, por lo que hay poco espacio para disputas.

Cómo cobrar por un servicio

Los autónomos y las empresas basadas en servicios también pueden utilizar los modelos de precios anteriores para fijar el precio de sus servicios. Si bien a menudo es menos sencillo calcular los gastos de servicio, hay costos que deberá cubrir además de obtener ganancias. Un diseñador independiente, por ejemplo, puede necesitar cubrir gastos como una suscripción a InDesign, costos de impresión y una parte de su seguro médico y los impuestos sobre el trabajo por cuenta propia. Estos gastos constituirán la base de lo que cobre, y más, según su compromiso de tiempo o nivel de experiencia.

La mayoría de los proveedores de servicios utilizan uno de los siguientes esquemas de precios para determinar cuánto cobrar.

1. Tarifa por hora.

El proveedor de servicios cobra por hora, con una tarifa determinada por su nivel de experiencia o antigüedad. Los SBA sugiere incluir el tiempo de viaje como cargo adicional; el principal beneficio de este modelo es que se le compensa por la cantidad de tiempo y esfuerzo que dedica a un proyecto en particular. Esta opción funciona bien para proyectos a largo plazo en lugar de trabajos cortos o irregulares.

2. Tarifa plana.

Las tarifas planas funcionan bien para proyectos con entregables definidos y un alcance de trabajo bien definido, o proyectos para los que el compromiso de tiempo requerido es difícil de estimar. En este escenario, el proveedor de servicios cobra una tarifa fija que se puede pagar por adelantado o en intervalos regulares hasta que finalice el proyecto. “El beneficio de la facturación de tarifa plana para los clientes es que saben de antemano el monto que tienen que pagar por el proyecto, por lo que hay poco espacio para la disputa”, como se destaca en FreshBooks.

3. Precio variable.

Por último, el precio variable es un modelo en el que a diferentes clientes se les cobran tarifas diferentes. El regateo y la negociación ayude a establecer el precio para cada cliente, donde puede que desee recompensar los contratos más grandes con un pequeño descuento por hora o crear un nivel de precios de lealtad para sus mejores clientes. Si elige esta opción, asegúrese de poder justificar por qué se cobran precios diferentes a diferentes clientes.