El coste del incivismo en el lugar de trabajo + 23 ejemplos contundentes de incivilidad
¿Cuál es el coste real del incivismo en el lugar de trabajo? ¿Qué es el incivismo y cuáles son los ejemplos más comunes de incivismo? ¿Existen métodos para cambiar los lugares de trabajo tóxicos? Lee esta guía para saber cómo abordar eficazmente la incivilidad en el lugar de trabajo.
¿Qué es el incivismo en el lugar de trabajo?
La incivilidad es mucho más común de lo que debería y parece ir en aumento. Cada vez más empleados afirman que se les trata mal o que son maleducados con regularidad. El comportamiento que se considera incivilidad (descortesía, injusticia) no es ilegal, a menudo es difícil de probar y difícil de detectar por los responsables de RRHH. Al pasar desapercibida, la incivilidad es muy peligrosa y destructiva: contribuye a aumentar la tasa de rotación, disminuye la moral y causa estrés a los empleados.
Los casos de incivilidad tienden a convertirse en conflictos mucho mayores. Estos conflictos, cuando llegan a los departamentos de RRHH, no son fáciles de investigar.
Los ejemplos más comunes de incivilidad en el lugar de trabajo
La lista de estos ejemplos nunca está completa, pero algunos de los comportamientos deben añadirse claramente a dicha lista. Veamos de qué otra forma pueden los empleados mostrar sus buenos modales entre sí. Algunos de los comportamientos son más delicados y difíciles de detectar, pero aun así tienen su efecto y no pueden omitirse aquí.
Incivilidad evidente, ejemplos claros:
- guardar silencio
- hablando de alguien a sus espaldas
- enviar notas desagradables y despreciativas
- hacer comentarios humillantes
- mostrar falta de respeto mediante: comentarios o gestos
- hacer acusaciones relacionadas con la competencia profesional
- reprender públicamente
- mostrar mal humor
- haciendo diatribas emocionales
- utilizar epítetos racistas
- hacer insinuaciones sexuales directas
- acoso escolar
Incivilidad discreta, ejemplos delicados:
- mirar mal
- no escuchar
- ignorar la presencia de alguien
- interrumpir a los demás
- ignorar el mérito de alguien en un trabajo de colaboración
- pedir instrucciones y luego ignorarlas
- hablar con tono arrogante
- ser condescendiente con alguien
- contar chistes basados en estereotipos
- invadir el espacio del compañero
- hacer ruidos molestos
Algunos de los comportamientos incívicos son posibles gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías: enviar mensajes de texto durante una presentación, escribir comentarios ofensivos en las redes sociales, crear películas de burla… todo esto no era posible hace sólo unas décadas. Los equipos de oficina compartidos también pueden convertirse en un arma: impresoras atascadas, fotocopiadoras apagadas, aplicaciones inactivas. Los empleados tienen cada vez más formas de manifestar su hostilidad.
El coste real del incivismo
El precio del incivismo es altísimo. Las cifras exactas sólo pueden estimarse. Las empresas que toleran el acoso, la injusticia y la descortesía tienen que estar dispuestas a aceptar y pagar por la elevada rotación de personal, la disminución de la productividad, la pérdida de talentos y el aumento de las bajas por enfermedad. El coste global para una de las 500 empresas de Fortune puede alcanzar casi los 16 millones de dólares estadounidenses al año.
¿Por qué es tan perjudicial para la empresa?
El incivismo es perjudicial no sólo para los empleados, sino también para la empresa. Los empleados que se sienten infelices en su lugar de trabajo muestran un mayor nivel de estrés y, en consecuencia, realizan menos trabajo. Incluso sin encuestas detalladas es obvio que los empleados que se preocupan por el acoso u otros actos incívicos son más propensos a: disminuir su productividad, bajar la calidad de su trabajo, dejar de cooperar y ofrecer ayuda, y dejar de compartir sus ideas y soluciones.
Por lo general, la mayoría de los empleados saben qué tipo de comportamiento es ilegal, de ahí que elijan las actividades de las que pueden salirse con la suya, pero los tipos sutiles de incivilidad son igualmente perjudiciales. El ambiente tenso en el lugar de trabajo no es mejor que el conflicto abierto, porque las víctimas pasan cada vez menos tiempo en el trabajo e intentan evitar a sus agresores: las barreras invisibles entre las personas crean ineficiencias en los procesos de trabajo. El impacto global de tales barreras es difícil de evaluar.
¿Qué hacer para reducir el incivismo?
Los buenos jefes suelen observar a sus empleados e intentan eliminar a aquellos que muestran síntomas de desapego hacia el trabajo o hacia sus compañeros. El primer paso consiste en mantener una conversación personal con el empleado. Primero hay que detectar el caso de incivilidad.
Pero hay estrategias que deben aplicarse antes de que se aprecien signos de problemas. Para mantener la civilidad de la empresa, primero hay que abordar el problema de la cultura empresarial.
Existen varias estrategias específicas para abordar el incivismo en el lugar de trabajo. Los directivos eficientes deben tenerlas en cuenta:
- contratar a personas que presenten buenos modales
- evaluación frecuente del rendimiento del personal
- ofrecer sesiones de civismo
- pedir feedback, dar feedback sobre el rendimiento
- respete a todos sus empleados
- definir claramente la conducta aceptable: proporcionar directrices, crear manuales con normas de conducta
- garantizar que todos los empleados se sientan apreciados, seguros y escuchados
El incivismo no es un problema raro y se da en muchas empresas. No se limita sólo a jefes y supervisores: los compañeros de trabajo se comportan descortésmente con la misma frecuencia. El comportamiento descortés puede darse en cualquier industria o lugar, donde la gente trabaja junta y hace negocios juntos, por lo que el civismo tiene que formar parte de la cultura de la empresa.
No es aconsejable ignorar el incivismo en el lugar de trabajo, ya que con el tiempo puede convertirse fácilmente en agresión, conflicto abierto o violencia. Las empresas deben establecer códigos de conducta y políticas adecuadas. El respeto es uno de los valores más importantes que deben seguir las personas en todas las situaciones, tanto privadas como empresariales, por lo que debe fomentarse sin excepciones. La incivilidad es el mayor reto de la era económica actual, pero puede abordarse y prevenirse.