Los mejores quesos para la intolerancia a la lactosa

Si eres intolerante a la lactosa, puede resultar desafiante disfrutar de quesos debido a su contenido de lactosa. Sin embargo, no todos los quesos son iguales en cuanto a su contenido de lactosa. Algunos quesos contienen menos lactosa que otros, lo que los hace más adecuados para personas con intolerancia a la lactosa.

En este artículo, exploraremos cuáles son los mejores quesos para esta condición y cómo puedes disfrutar de ellos sin preocuparte por los efectos adversos.

Los quesos más recomendados

La intolerancia a la lactosa puede variar de una persona a otra, por lo que cada individuo tiene diferentes niveles de tolerancia a la lactosa. Sin embargo, generalmente hablando, los quesos curados y duros suelen tener menor contenido de lactosa en comparación con los quesos frescos y blandos, según Dana Hunnes, dietista registrada en el Centro Médico Ronald Reagan UCLA. Esto se debe a que durante el proceso de elaboración del queso curado, los sólidos de la leche (llamados cuajada) se separan del suero, que es donde se encuentra la mayor parte de la lactosa, según Allison Childress, dietista registrada y profesora asistente en el Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad Tecnológica de Texas.

Además, a medida que el queso envejece, el contenido de lactosa disminuye, ya que se convierte en ácido láctico. Durante el proceso de maduración del queso, parte de la lactosa se convierte en ácido láctico, lo que reduce aún más el contenido de lactosa en el queso. Por lo tanto, los quesos añejos tienden a tener menos lactosa que los quesos frescos y blandos.

Según Hunnes y Childress, aquí tienes algunos ejemplos de quesos con menor contenido de lactosa:

  • Muenster: 0-1.1% de lactosa.
  • Camembert: 0-1.8% de lactosa.
  • Brie: 0-2% de lactosa.
  • Cheddar: 0-2% de lactosa.
  • Gouda: 0-2% de lactosa.
  • Parmesano: 0-3% de lactosa.
  • Provolone: 0-3% de lactosa.

Si optas por estos quesos, es probable que no sufras molestias relacionadas con la lactosa. Sin embargo, si tienes alguna preocupación, puedes comenzar consumiendo una pequeña cantidad y evaluar cómo te sientes antes de aumentar la ingesta.

Los peores quesos para la intolerancia a la lactosa

Por otro lado, los quesos blandos y/o altamente procesados suelen ser los peores para las personas con intolerancia a la lactosa. Estos quesos suelen tener un mayor contenido de lactosa, ya que durante el procesamiento y fabricación del queso, no se pierde tanta lactosa como en el caso de los quesos curados y duros. Además, no se separa tanta proteína de suero durante el proceso de maduración, lo que deja más lactosa en el queso.

Algunos ejemplos de quesos con mayor contenido de lactosa son:

  • Feta: hasta 4.1% de lactosa.
  • Ricota: hasta 5.1% de lactosa.
  • Velveeta: hasta 9.3% de lactosa.
  • Americano: hasta 14.2% de lactosa.

Estos quesos contienen más lactosa debido a su procesamiento y menor tiempo de maduración. En comparación con los quesos curados y duros, los quesos blandos retienen más lactosa, ya que no tienen tantas oportunidades de convertirla en ácido láctico durante la maduración. Además, es posible que durante el proceso de elaboración no se elimine tanta proteína de suero, lo que significa que hay más lactosa presente en el queso.

Consejos para disfrutar de queso con intolerancia a la lactosa

Si eres intolerante a la lactosa pero no quieres renunciar al queso, aún puedes disfrutarlo siguiendo algunas recomendaciones. Como mencionamos anteriormente, opta por quesos curados y duros, ya que suelen tener menor contenido de lactosa. También puedes probar alternativas veganas a base de plantas, que no contienen lactosa y son seguras para las personas con intolerancia a la lactosa.

Es importante tener en cuenta el tamaño de la porción al consumir queso. La porción recomendada es de aproximadamente 1.5 onzas (42 gramos). Al principio, es recomendable comenzar con una cantidad pequeña para evaluar cómo reacciona tu sistema digestivo. Si no experimentas malestar, puedes aumentar gradualmente la cantidad de queso que consumes.


Para terminar, aunque seas intolerante a la lactosa, todavía puedes disfrutar de quesos sin preocupaciones. Opta por quesos añejos y curados, ya que tienden a tener menor contenido de lactosa. Recuerda que la tolerancia a la lactosa puede variar de una persona a otra, por lo que es importante conocer tus límites individuales y escuchar a tu cuerpo. Si tienes alguna preocupación, consulta a un profesional de la salud o un dietista para obtener asesoramiento personalizado. Disfruta del queso de manera responsable y en cantidades moderadas, y continúa explorando opciones deliciosas y seguras para tu dieta.