Por qué es tan difícil cambiar y cómo adaptarse

El cambio es lo único constante en la vida. Últimamente estamos experimentando muchos desde la llegada de la pandemia de COVID-19. A veces las circunstancias nos obligan a cambiar, mientras que otras veces optamos por hacerlo para mejorar la productividad. A veces las circunstancias nos obligan a cambiar, mientras que otras veces elegimos cambiar para mejorar la productividad. En cualquier caso, nunca es fácil. Esto nos lleva a preguntarnos por qué es tan difícil cambiar. ¿Y cómo podemos adaptarnos? Siga leyendo para encontrar las respuestas.
¿Por qué el cambio es tan difícil?
El cambio no es un proceso lineal. Requiere que interrumpas los hábitos a los que estás acostumbrado mientras creas nuevos hábitos. Sin embargo, no exige que lo logres en un día. De acuerdo a un estudio publicado en el European Journal of Social Psychology, la formación de hábitos puede llevar entre 18 y 254 días. Comprometerse con este cambio a diario es la razón por la que se siente tan difícil.
A nuestros cerebros les gusta operar con lo familiar. Por lo tanto, utilizan el camino de menor resistencia, que no es lo mejor para facilitar el cambio. Esto conduce a prueba y error, lo cual es frustrante para muchos. Sin embargo, a veces todavía terminamos preguntando cuál es el cambio tan difícil. Las siguientes son las razones detrás de esto:

- Adoptar una mentalidad de todo o nada.
- Confiar en el miedo y otros aspectos negativos para promover el cambio.
- Tratando de cambiar todo a la vez en lugar de con el tiempo.
- Ausencia de herramientas y recursos necesarios para hacerlo realidad.
- Comprometerse demasiado con muchos cambios y agotar la energía sin progresar.
- Falta de compromiso serio.
- Olvidar el fracaso es una expectativa realista del proceso de cambio.
Nuestra naturaleza de resistencia al cambio y las estrategias equivocadas para hacerlo hacen que parezca tan difícil de lograr. Pero no tiene que ser así.

Como cualquier otro hábito, la adaptación al cambio se puede aprender. Las siguientes técnicas lo ayudan a lograr un cambio sostenible y, a medida que las usa, su cerebro se familiariza con ellas. Esto asegurará que su transición sea más productiva a medida que avanza en la vida.
Aceptar el cambio
Es posible que todavía se pregunte: «¿Por qué es tan difícil cambiar?» Pero para enfrentar el cambio de manera productiva, debe aceptarlo. Te darás la oportunidad de trabajar en lo que sucederá a continuación. Sin embargo, si continúas negándolo, rechazándolo y resistiéndote, es probable que te estanques e incluso renuncies a cambiar por completo.
Ve el cambio como una oportunidad, no como una amenaza
Cuando ves el cambio como una amenaza, los neurocientíficos dicen que produce angustia, lo que te lleva a pensar en tu incapacidad para hacer frente a la situación, una condición que te deja estancado. Sin embargo, cuando ve el cambio como una oportunidad para aprender u otro resultado positivo, obtiene eustrés, que es un tipo de estrés que hace que tus facultades físicas, emocionales y mentales funcionen de manera efectiva. Te ayuda a creer que el cambio puede ser difícil, pero tienes la capacidad de hacerlo realidad.

Obtenga los recursos y las herramientas que necesita
Una de las razones por las que la gente no cambia es porque no saben cómo o qué usar. Ya sea que se comprometa a cambiar de carrera, ahorrar más, mudarse a otro vecindario u otro cambio, infórmese y reúna las herramientas antes de comenzar.
Obedecer las etapas del cambio.
Esta es la técnica más fundamental que necesitas entender. Le ayuda a obtener la claridad para no apresurar el cambio o abandonar a mitad de camino. El cambio ocurre en etapas, como dos psicólogos, James O. Prochaska y Carlo C. DiClemente, descubrieron en 1997. Después de integrar múltiples teorías de cambio, crearon el modelo transteórico de cambio que desglosa este proceso en cinco etapas principales.
1. Pre-contemplación
En esta etapa, alguien no piensa en el cambio porque ni siquiera sabe que es necesario. Aquí es donde las señales siguen apareciendo pero no se notan, aparte de ser otras personas.
2. Contemplación
Aquí, reconoces que tienes un problema y sigues negociando si el cambio valdría la pena. Seguirá repasando los pros y los contras de cambiar y permanecer igual. Hasta que reconozca que el cambio es el mejor camino a seguir, no podrá salir de esta etapa.
3. Preparación
Aquí es donde se lleva a cabo todo el establecimiento de objetivos y la planificación. En esta etapa, entiendes que necesitas cambiar y estás dispuesto a iniciar el proceso. ¿Recuerdas tus resoluciones de año nuevo? Te estabas preparando para el siguiente paso.
4. Acción

Aquí es donde el cambio parece difícil porque se requiere mucha energía y compromiso. Esta etapa es para implementar los planes que establezca. Si, por ejemplo, desea dejar de procrastinar y volverse más productivo, comience a seguir su horario establecido. Tienes que seguir el plan no a la perfección pero con la mejor consistencia que puedas aprovechar. Es posible que vuelvas a tus viejos hábitos de vez en cuando, pero sigue practicando durante el tiempo que te hayas dado.
5. Mantenimiento
En esta etapa, habrás establecido mucho tu cambio, pero los riesgos de volver a los viejos hábitos aún estarían presentes. Por esta razón, debe establecer estrategias de prevención y afrontamiento de recaídas para que su proceso de cambio sea lo más eficiente posible.
Reflexionar y apreciar el progreso.
Es fácil quedar atrapado en una mentalidad de todo o nada, especialmente cuando estás luchando por progresar o simplemente recaes después de tanto progreso. En tales casos, reflexione sobre lo lejos que ha llegado, felicítese y aprecie a quienes lo han ayudado en el viaje. Esto te ayudará a ganar motivación para seguir adelante.
Tu turno. ¿Por qué te cuesta tanto cambiar? ¿Qué paso parece preocuparte más? Mantengamos la conversación en la sección de comentarios a continuación.