5 prácticas empresariales obsoletas y lo que debería hacer en su lugar
Abandonar las prácticas empresariales ineficaces puede ayudarle a crear una plantilla más fuerte y comprometida. He aquí cinco prácticas empresariales obsoletas que debe considerar cambiar.
En un mundo conectado digitalmente, hacer que los empleados entren en la oficina cinco días a la semana a menudo es innecesario e incluso puede ser contraproducente.
Las malas prácticas comerciales dañarán su negocio y podrían hacer que pierda empleados talentosos. Aquí hay cinco prácticas comerciales obsoletas de las que debe deshacerse.
Requerir que los empleados estén en la oficina a tiempo completo
Una encuesta reciente muestra que un 50% de los líderes planean que sus empleados regresen a la oficina a tiempo completo dentro del próximo año. Sin embargo, esto es una desconexión de lo que la mayoría de los empleados quieren: la mayoría de los empleados prefieren trabajar de forma remota y no quieren viajar a la oficina cinco días a la semana.
El deseo de tener empleados en la oficina a tiempo completo a menudo proviene de la idea obsoleta de que si no ve a sus empleados, en realidad no están trabajando. Esta creencia hace que sea más difícil administrar un equipo híbrido o virtual y proporcionar a los empleados la flexibilidad que desean.
Qué hacer en su lugar: Trabaje con sus empleados para adoptar políticas de trabajo híbrido y remoto. Deje de lado la idea de que estar en la oficina 40 horas a la semana equivale a ser productivo y comience a centrarse en los resultados.
Clasificación forzada
La clasificación forzada es una práctica en el lugar de trabajo que evalúa a los empleados y los clasifica de mejor a peor desempeño. A veces también se le llama clasificación de pilas , stack ranking o escalonamiento de pila y fue iniciado por General Electric en la década de 1980.
Sin embargo, la clasificación forzada puede crear una cultura de trabajo tóxica donde los empleados temen la retroalimentación y no confían en sus empleadores. También puede obstaculizar la creatividad y la innovación y conducir a una mayor rotación de empleados.
Qué hacer en su lugar: Reconozca que todos sus empleados son únicos y no los alinee y los compare entre sí. Concéntrese en las fortalezas de sus empleados, no en sus debilidades.
Algunos empleadores todavía operan con la idea obsoleta de que no debe llevar su vida personal al lugar de trabajo.
Reuniones consecutivas
La mayoría de los ejecutivos gastan entre un 40% a un 50% de su jornada laboral en reuniones, y la mayoría de los empleados asisten a un promedio de 62 reuniones por mes. Y muchas de estas reuniones son irrelevantes y carcomen la productividad de sus empleados.
Cuando los empleados pasan la mayor parte de su día en reuniones, tienen poco tiempo para realizar el trabajo verdaderamente importante en su agenda. Y asistir a múltiples reuniones cada día es agotador y drena el pensamiento creativo.
Qué hacer en su lugar: Si tiene que programar una reunión, asegúrese de que tenga un propósito. Asegúrese de que haya una agenda clara, manténgala en un marco de tiempo programado y brinde a todos la oportunidad de contribuir.
No hay actividades personales durante las horas de trabajo
Algunos empleadores todavía operan con la idea obsoleta de que no debe llevar su vida personal al lugar de trabajo. Este tipo de pensamiento hará que sus empleados teman venir a trabajar todos los días.
Por ejemplo, algunos lugares de trabajo fruncen el ceño cuando los empleados revisan Internet por razones personales o chatean con compañeros de trabajo. Y algunas compañías todavía prohíben las redes sociales en la oficina.
Qué hacer en su lugar: Trabaje en confiar en que sus empleados saben cómo administrar su tiempo de manera efectiva. Tomar descansos y equilibrar su tiempo entre las actividades personales y laborales los hará más efectivos en sus trabajos, no menos.
No ser transparente con los empleados
En el pasado, los líderes a menudo se resistían a ser honestos con sus empleados. Acumularon información sobre la compañía y no fueron honestos sobre los desafíos que enfrentaba la compañía.
El problema es que tus empleados no pueden ser innovadores ni tomar buenas decisiones si no tienen información relevante sobre la empresa. Y acumular información desalienta el trabajo en equipo y enseña a los empleados que no está bien cometer errores.
Qué hacer en su lugar: Crear sistemas y políticas que promuevan la transparencia en toda la empresa. Una cultura de transparencia tiene que comenzar con el liderazgo de la empresa.