Trucos para ahorrar dinero en uniformes escolares
Puede que el colegio acabe de irse de vacaciones, pero la gente ya habrá empezado a presupuestar los gastos asociados a la vuelta a las aulas en septiembre. Los padres y tutores pueden ahorrar algo de dinero en ropa escolar. Hablamos con algunos expertos que nos aconsejaron con sabiduria.
Este año hay buenas noticias para los padres y tutores de alumnos de primaria, ya que el Gobierno introduce el Plan de Gratuidad de los Libros de Texto de Primaria. De este modo, las familias no tendrán que pagar los libros de texto.
Sin embargo, aún queda el precio de los uniformes, que pueden costar «cantidades desorbitadas».
¿Cómo se puede ahorrar dinero en uniformes escolares?
Compra de segunda mano.
Echa un vistazo en las páginas locales de Facebook o, a veces, los propios colegios organizan ventas de segunda mano.
A veces puedes conseguir uniformes que apenas se han usado porque a alguien se le han quedado pequeños demasiado rápido.
Si conoces a alguien con hijos mayores, pregúntale. Lo más probable es que aún tengan algún jersey o polo viejo por ahí.
Acércate también a las tiendas de beneficencia y pregunta si tienen algún uniforme en la trastienda. Las tiendas de beneficencia no lo sacan todo enseguida, así que no está de más preguntar.
También es una buena idea cuando los hermanos van al mismo colegio, porque puedes pasarles sus prendas viejas.
Compra uniformes duraderos y de buena calidad
Es tentador comprar uniformes escolares baratos, pero es mejor centrarse en la calidad que en la cantidad.
El uniforme escolar es una prenda única, porque los alumnos lo llevan al menos 196 días al año.
Además, apenas cambia y no se pierde tanto como los padres creen: es sólo una pequeña parte.
Así que, ¿por qué no invertir en ropa de marca de calidad que le dure a tu hijo unos cuantos años?
Así podrás centrarte en comprar los artículos básicos de marca, como una americana, un jersey -según el colegio- y una corbata, en tiendas recomendadas, y luego comprar faldas, pantalones, camisas blancas, zapatos y todo lo que necesites en tiendas independientes o supermercados.
Cómpralo grande para sacarle más partido
Los uniformes no suelen ser un gasto único: tendrás que comprar recambios cada vez que tu hijo dé un estirón y las prendas ya no le sirvan.
¿Un truco sencillo para reducir al mínimo la cantidad de uniformes nuevos que tienes que comprar? Cómpralos un poco más grandes para que a tu hijo le vayan bien.
Reciclar o reutilizar
La ropa es una de las industrias más contaminantes del mundo, así que no tires los uniformes.
Siempre puedes donarlos a tiendas de caridad o a organizaciones que reciclan uniformes escolares.